
En lo que respecta a tu comunidad de vecinos, has de saber que la nueva Ley de Telecomunicaciones facilita a las operadoras la colocación de repetidores sin necesidad de licencia municipal, ni realización de estudios de impacto medioambiental, ni autorización de la propia comunidad de vecinos.
Esta ley permite expropiar azoteas para instalar antenas de telefonía, algo que ha provocado el rechazo de asociaciones y los propios consumidores ya que deja al ciudadano desamparado.
Hasta la fecha la comunidad de vecinos tenía que permitir y negociar con la compañía telefónica las condiciones para ubicar una antena de telefonía móvil en la azotea, todo bajo un contrato firmado.
Ahora, bastará con que el Ministerio de Industria haya aprobado previamente «un plan de despliegue o instalación de red en el que se contemplen dichas infraestructuras». Las compañías solo estarán obligadas a presentar una «declaración de responsabilidad» en la que certifiquen que cumplen los requisitos exigidos por la nueva ley.
“Los operadores tendrán derecho, en los términos de este capítulo, a la ocupación de la propiedad privada cuando resulte estrictamente necesario para la instalación de la red en la medida prevista en el proyecto técnico presentado y siempre que no existan otras alternativas técnica o económicamente viables, ya sea a través de su expropiación forzosa o mediante la declaración de servidumbre forzosa de paso para la instalación de infraestructura de redes públicas de comunicaciones electrónicas”. |
Interferencias en TV debidas al 5G

¿Se van a instalar más antenas?
Sí. El despliegue del 5G requiere de muchas más antenas, pero serán mucho más pequeñas que las instaladas en despliegues anteriores de infraestructuras de telefonía móvil, debido a la naturaleza del nuevo sistema.
El reglamento de la Unión Europea también tiene en cuenta el impacto estético que puede tener esta instalación masiva y establece, para pequeñas áreas, unas características físicas para hacer estas mini antenas invisibles a la vista.
Este mismo documento también establece que “no deben poner en peligro la estabilidad de la estructura de apoyo sobre la que se instalan; por consiguiente, su peso y forma no deben requerir un refuerzo estructural de la estructura de sustentación utilizada”.
El despliegue de las antenas 5G, al igual que ha ocurrido con las de 4G y 3G, será más intensivo en las ciudades. Esta abundancia de receptores, que se instalan en tejados o en las paredes de edificios, a veces provoca un impacto visual que deteriora el entorno urbano. Con el fin de evitar esto se buscan alternativas para diseñar antenas que se integren de forma elegante con el paisaje de las ciudades.
A la hora de camuflar las antenas 5G existen muchas posibilidades, algunas limitadas por varias razones, como la inversión, pues cuanto más sofisticado es el diseño mayor será el coste de ese tipo de receptor.
Otra es el propio espacio urbano, pues evidentemente hay cierta ocultación más difícil de practicar en unos sitios que en otros. Un parque, por ejemplo, deja menos opciones que un cruce de calles.